Parece que el Bushcraft esta cada vez mas de moda y que mas de uno ha visto en ello una suculenta oportunidad de negocio.
Y esto lo digo, porque cada vez son mas las webs que aparecen en la red, ya sean de particulares ofreciendo una mas que cuestionable formación, o de profesionales “de la venta de no se sabe bien que”. Las cadenas de ferreterías, también quieren subirse al carro y ofrecen muchos artículos, que dicen imprescindibles y a precios realmente buenos...
Cierto tipo de establecimientos, fabrican y ofrecen Kits maravillosos y casi mágicos, que no pueden faltar… ¿Dónde: en tu casa…en el coche…bajo el asiento de tu moto…en la bici de montaña…? Hasta los hay que te recomiendan construir zulos y guardar bidones, “llenos de tesoros”, por la montaña.
Si te paras a pensarlo un momento, lo cierto es que dan mucho miedo. ¡En sentido figurado, claro! Porque después, ya me gustaría a mi verlos por la montaña… o que los pillara el Seprona de turno, con la pala en la mano, haciendo un hoyo para guardar sus tonterías.
Como continuemos así, pronto habrá clínicas que en vez de hacer implantes mamarios, sacaran ofertas para implantarte un kit de “por si acaso”, no se sabe bien donde.
¡Por Dios y por la Virgen, cuanta chatarra, cuanta jilipollez y que manera de tomarle el pelo al que “pique”! ¿Esto que es…?
¡Pues bien! Toda esta perorata la suelto, porque cada vez son más la gente que se apunta a este mundillo y no me gustaría que se hicieran una falsa idea de lo que es el bushcraft.
Como decían unos compañeros: pensad en los pastores de toda la vida y su pequeño zurrón.
Haceos alguna concesión extra y llegad a una mochila de 35 o 40 l. mas un saco, una esterilla y un toldo o tarp… ¡Y ya esta! Pensad que lo tenéis que llevar vosotros y que “el hierro pesa”.
La mejor manera de iniciarse en esto, es con mucho sentido común y alguien que lo practique.
¡Y si no tenéis cerca de nadie que lo haga, preguntad! Este blog os brinda la oportunidad de hacerlo y estaremos encantados de poder ayudaros.
Y cuando compréis algo de equipo… ¡que sea bueno!
Las premisas respecto a esto han de ser dos: que prime la calidad frente a la cantidad y que lo que llevéis, y siempre en la medida de lo posible, sirva para más de una cosa.
Otra cosa que aprenderéis con el tiempo, es a ser organizados y a diversificar. Me explico: cuando os acostumbréis a salir en compañía de otros, no “duplicar” el equipo. Acostumbraros a compartir las cosas más comunes: hacha, sierra, botiquín, aceite, hornillos, etc
Lo de compartir equipo, es algo que se lleva haciendo desde tiempos inmemoriales. Desde los desplazamientos de clanes recolectores a las tribus nómadas y a los ejércitos…así que no es nada extraño para los que llevamos mas de 30 años en esto y salimos con mayor o menor regularidad.
De hecho, cuando llevas un tiempo saliendo con la misma gente, ya no hay que preguntar y cada uno sabe lo que tiene que llevar…
Para algo tan sencillo como una salida de dos o tres días, que realicen varias personas ¿Qué pinta cada uno con un hacha, una cuerda de X mts, una sierra, y una pala o cualquier otro utensilio por el estilo? ¡Nada!. No tiene ningún sentido, lo mires por donde lo mires y es cargar por cargar!
En definitiva, que hablar aligera mochilas y alivia riñones
Y de las tonterías que veis en los programas de TV, ni caso.
Pensad en lo que ocurriría, estando a un solo día de marcha de vuestro coche, de una carretera o de un pueblo, por una simple torcedura de tobillo… ¡Ya no hablemos de una fractura o una hemorragia! Así que dejad los saltos para las cabras y los descuelgues, para los monos.
A la montaña se va a disfrutar y no a pasar un mal trago y darles el día a tus compañeros, así que sed prudentes.
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